Es esa extraña sensación en la piel, cuando parece que todas las terminaciones nerviosas recuerdan a la vez cómo se sienten cuando él te toca. Es como si su contacto se te hubiera quedado grabado a fuego y tú estuvieses sola y tranquila y pudieras sentir unas manos que no están.
Es una sensación extraña, pero agradable y melancólica a la vez. Como si todavía pudieras sentir todo el peso de su cuerpo cubriéndote por completo.
miércoles, 31 de agosto de 2011
#151
Publicado por Vainilla en 13:43
Etiquetas: en la boca del estómago, John C. Reilly, nacidos de una sonrisa, sexo opuesto
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario