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domingo, 22 de enero de 2012

#186



Ella se rompe. Se rompe por momentos, cachito a cachito, se va dejando los pedazos de sí misma allá por donde pasa, igual que las lágrimas. ¿Y qué hago yo? Nada. Porque no sé qué hacer. Es tan frustrante; me siento tan impotente, tan diminuta ante la inmensidad de todo lo que dice y pasa que no sé ni qué decir.

Me consuelo y me consuelan diciendo que escuchar le ayuda. Pero... no sé si sirve realmente. Siento como si me estuviera quedando paralizada, viendo lo que pasa sin saber qué decir o qué hacer y me siento horriblemente mal.

Ojalá todo fuera bien. Pero no va bien. ESE es el problema.

domingo, 15 de enero de 2012

#185



Tengo la cabeza tan embotada y tan repleta de datos que lo único que consigue que deje la mente en blanco es música tranquila y él. Creo que son mis dos únicos antídotos en épocas como éstas.

viernes, 13 de enero de 2012

#184



Utopía, por Eduardo Galeano


¿Qué tal si deliramos por un ratito? ¿Qué tal si clavamos los ojos más allá de la infamia para adivinar otro mundo posible? 


El aire estará limpio de todo veneno que no provenga de los miedos humanos y de las humanas pasiones. En las calles, los automóviles serán aplastados por los perros, la gente no será manejada por el automóvil ni será programada por el ordenador, ni será comprada por el supermercado, ni será tampoco mirada por el televisor. El televisor dejará de ser el miembro más importante de la familia y será tratado como la plancha o el lavarropas. 


Se incorporará a los códigos penales el delito de estupidez, que cometen quienes viven por tener o por ganar en vez de vivir por vivir, no más, como canta el pájaro sin saber que canta y como juega el niño sin saber que juega.


En ningún país irán presos los muchachos que se nieguen a cumplir el servicio militar, sino los que quieran cumplirlo. Nadie vivirá para trabajar. Pero todos trabajaremos para vivir. Los economistas no llamarán "nivel de vida" al nivel de consumo ni llamarán "calidad de vida" a la cantidad de cosas. Los cocineros no creerán que a las langostas les encanta que las hiervan vivas. Los historiadores no creerán que a los países les encanta ser invadidos. Los políticos no creerán que a los pobres les encanta comer promesas. 


La solemnidad se dejará de creer que es una virtud y nadie, nadie, tomará en serio a nadie que no sea capaz de tomarse el pelo. La muerte y el dinero perderán sus mágicos poderes y ni por defunción ni por fortuna se convertirá el canalla en virtuoso caballero. 


La comida no será una mercancía. Ni la comunicación un negocio. Porque la comida y la comunicación son Derechos Humanos. Nadie morirá de hambre porque nadie morirá de indigestión. Los niños de la calle no serán tratados como si fueran basura porque no habrá niños de la calle. Los niños ricos no serán tratados como si fueran dinero porque no habrá niños ricos. La educación no será el privilegio de quienes puedan pagarla y la policía no será la maldición de quienes no puedan comprarla.


La Justicia y la Libertad. Hermanas siamesas, condenadas a vivir separadas, volverán a juntarse bien pegaditas, espalda contra espalda. 


En Argentina, las locas de Plaza de Mayo serán un ejemplo de salud mental porque ellas se negaron a olvidar en los tiempos de la amnesia obligatoria.


La santa madre Iglesia corregirá algunas erratas de las tablas de Moisés y el sexto mandamiento ordenará festejar el cuerpo. La iglesia también mandará otro mandamiento, que se le había olvidado a Dios: "amarás a la naturaleza, de la que formas parte".


Serán reforestados los desiertos del mundo y los desiertos del alma. Los desesperados serán esperados y los perdidos serán encontrados porque ellos se desesperaron de tanto esperar y ellos se perdieron por tanto buscar. Seremos compatriotas y contemporáneos de todos los que tengan voluntad de belleza y voluntad de justicia hayan nacido donde hayan nacido, y hayan vivido donde hayan vivido sin que importe un poquito las fronteras del mapa ni del tiempo. 


Seremos imperfectos. Porque la perfección seguirá siendo el aburrido privilegio de los dioses. Pero en este mundo... en este mundo chambón y jodido seremos capaces de vivir cada día como si fuera el primero y cada noche como si fuera la última.

jueves, 12 de enero de 2012

#183



Soy transparente. En varios sentidos. Y no sé cuál de todos me fastidia más.

miércoles, 11 de enero de 2012

#182





"Da igual lo que crean los demás; da igual todo lo que te hayan dicho que tenías que creer. Lo único que importa, lo único que vale para ti, es lo que creas tú. Ahí te lo juegas todo, princesa. No dejes que otros decidan; demasiado te manejan esta vida como para joderte también la otra. ¿Te ha quedado claro? -el lobo soltó el aliento y apretó los puños- ¿Te lo repito? Si te pierdes, te pierdes. Si no creyeras que te has perdido, no te perderías."

.- Politeísmos - Álvaro Naira

martes, 10 de enero de 2012

#181



Si hay algo que me da más quebraderos de cabeza que el pasado es el futuro. Me pone nerviosa y, al mismo tiempo, me desestabiliza por completo.

Sé que pensar en el futuro es inútil, que no sirve de nada hacer tus elucubraciones de cómo serás dentro de cinco años, si trabajarás en tal o tal sitio, si tendrás el mismo novio que ahora, si vivirás, siquiera, en la misma ciudad, si serás la misma persona que eras cuando cumpliste los viente. Preguntarse sobre ello es la mayor tontería del mundo.

Y yo, aún así, lo hago.

Creo que me identifico demasiado con Paula, esa chica de 'Politeísmos' que ha sido derrotada por la vida, que se ha tenido que ir modelando por ella para poder vivirla más o menos bien. Me temo que yo no soy lo suficientemente fuerte como para plantarme ante ella, ante la vida, y desafiarla, sino que soy, más bien, consciente de que una vez acabe la carrera, me tenga que buscar la vida y vivir, o más bien sobrevivir, tendré que ir haciéndome a lo que venga.

Pero eso... tsk, no es lo que más miedo me da. Que venga lo que tenga que venir. Lo que más temo de todo esto son los sacrificios. Porque, no nos engañemos, hay que hacer ciertos sacrificios en la vida y me da miedo tener que sacrificar aquellas cosas que ahora son importantes para mí, eso que ahora me hace yo, para poder sobrevivir.

Perderme a mí misma. Eso me da miedo.