Cuando vivo una noche de este tipo, apartada en la nada, en silencio, con la luna y una vela de vainilla, me dan ganas de irme a vivir al campo, en medio de ningún lugar, y dedicarme a criar cabras y escribir libros, teniendo pocas visitas y quedándome aislada con la nieve cada invierno.
¿No sería... genial, en muchos aspectos?
miércoles, 17 de agosto de 2011
#145
Publicado por Vainilla en 12:37
Etiquetas: futuro, nocturnos, Platero y tú
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario