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lunes, 28 de febrero de 2011

#87



El poder mágico del té. No sé qué tendrá, pero cuando me tomo un té acurrucada en mi cama con una manta y un poco de buena música, todo pierde la gravedad que realmente tiene. Sonreír se hace un poquito más fácil. Durante media hora, los problemas parecen menos negros y las cosas se suavizan un poco.

A veces, cuando digo estas cosas, me resulto tonta a mí misma... :)

domingo, 27 de febrero de 2011

#86



Me he levantado a las 11. He desayunado. He hojeado una revista. Después he encendido el ordenador y aquí estoy. Sin hacer demasiado pero con más cosas que hacer.

Últimamente me siento desubicada. Como si me costara adquirir un ritmo que ya tenía de antes, pero que he perdido así, de repente, como chasqueando los dedos. Es... horrible, aunque no sé si esa es la mejor palabra para expresarlo. Pero, la verdad, es que ahora las palabras no salen.

Hoy no es uno de mis mejores días, para qué mentir.

viernes, 25 de febrero de 2011



Surrealismo puro y duro y en vena.

miércoles, 23 de febrero de 2011

#84



Se acurrucaba debajo de mi abrigo para calentarme el corazón


- No me casaré, no quiero ¡No quiero! Escúchame bien, un día aparecerá el hombre de mi vida y me casaré con él.
- ¡No te atreverás! ¿me oyes, eh? ¿Quién es? ¡Anda, dime!
- Te aseguro que cuando aparezca le reconoceré, le he visto cientos de veces en mis sueños, conozco sus facciones, sé cómo son sus ojos, su pelo, su cara, sus labios...y es alto... ¡muy alto!


Lo que no puedas solucionar con dinero, solucionalo con mucho dinero.


---------------------------Gato negro, gato blanco.


A falta de algo que decir, lo soluciono con el cine. Es mucho más rápido y me soluciona el silencio repentino...

martes, 22 de febrero de 2011

#83



Hablar del futuro con una compañera de carrera es, como mínimo, un poco deprimente y desalentador. Si a que las cosas no andan bien le sumamos nuestra carrera de difíciles salidas, las cosas se complican. Pero diré algo que le he dicho a ella, porque es lo que siento:

Aunque acabemos trabajando de cajeras en el Dia, ¿sabes una cosa? Los cuatro, cinco, o los años que te lleve hacer la carrera que a ti de verdad te gusta no te los va a quitar NADIE.

Y eso es verdad. Ahora es cuando me acuerdo de las palabras de Ed cuando volvíamos de las prospecciones y me emociono yo sola por la pasión que le ponía. Él ha acabado trabajando de lo que le gusta pero lo más importante es que los años de carrera están ahí.

lunes, 21 de febrero de 2011

#82



Arriesgar y perder o arriesgar y ganar. Realmente, todo se resumía en eso, eran las dos posibilidades que había. Arriesgué. Era lo único seguro que tenía. Y, entonces, todo se convirtió en perder o ganar y no era decisión mía. Si nos ponemos matemáticos, había un cincuenta por ciento de posibilidades para cada una. Si nos ponemos realistas, tenía las de perder, a pesar de que he de reconocer que lo que yo me quería hacer creer a mí misma fuera lo contrario.

Perdí. Claro que perdí. Supongo que sabía lo que iba a pasar, supongo que también sabía lo que iba a decir, o me podía hacer una ligera idea. Lo que no sabía era que iba a estar así después.

Así que hasta que la cosa mejore preferiría estar solo.

Lo leo y lo releo, pero en el fondo no quiero reconocerlo. En el fondo prefiero engañarme a mí misma, seguir soñando, seguir viviendo en mi puta burbuja.

domingo, 20 de febrero de 2011

#81



"Acapara sobre sí todo un enjambre de infamias,
y la fortuna, sonriendo a su ruin causa,
parecía la puta de un rebelde,
mas todo en vano: el bravo Macbeth,
pues es digno de tal nombre
despreciando a la fortuna
y blandiendo un acero que humeaba de muertes sangrientas,
cual favorito del valor se abrió camino,
hasta hacer frente al infame;
y sin mediar adiós,
ni despedida..."


Joder, Ixc. Te quiero.

viernes, 18 de febrero de 2011

#80



La historia que va a ser relatada a continuación versa sobre una especie de duelo.

Se trata del duelo entre dos contricantes muy desiguales: un Estado tremendamente poderoso, fuerte y despiadado, y un individuo particular pequeño, anónimo y desconocido. Este duelo no se desarrolla en el campo de lo que comúnmente se considera la política; el particular no es en modo alguno un político, ni mucho menos un conspirador o un "enemigo público". Está en todo momento claramente a la defensiva. No pretende más que salvaguardar aquello que, mal que bien, considera su propia personalidad, su propia vida y su honor personal. Todo ello es atacado sin cesar por el Estado en el que vive y con el que trata, a través de medios en extremo brutales, si bien algo torpes.

Dicho Estado exige a este particular, bajo terribles amenazas, que renuncie a sus amigos, que abandone a sus novias, que deje a un lado sus convicciones y acepte otras preestablecidas, que salude de forma distinta a la que está acostumbrado, que coma y beba de forma distinta a la que le gusta, que dedique su timpo libre a ocupaciones que detesta, que ponga su persona a disposición de aventuras que rechaza, que niegue su pasado y su propio yo y, en especial, que, al hacer todo ello, muestre continuamente un entusiasmo y agradecimiento máximos.

El particular no quiere hacer nada de eso. Está poco preparado para afrontar el ataque del que es víctima, no ha nacido para ser un héroe, ni mucho menos un mártir. Él es, sencillamente, un hombre normal con muchas flaquezas, y además el producto de una época peligrosa. Así, dcide acpetar el desafío; sin entusiasmo, más bien encogiéndose de hombros, pero con la callada determinación de no ceder. Claro que es mucho más débil que su adversario, pero, naturalmente, también es mucho más ágil. Veremos cómo hace maniobras de distracción, esquiva los ataques, de repente vuelve al asalto, cómo se equilibra y para mandobles por un pelo. Habrá que reconocer que, en conjunto, para tratarse de una persona normal y corriente, sin rasgos especialmente heroicos ni propios de un mártir, este hombre se comporta de un modo muy valeroso. No obstante, veremos cómo al final ha de interrumpir la luca o, dicho de otro modo, cómo ha de llevarla a un plano distinto.

El Estado es el Reich, el particular soy yo.



------------Historia de un alemán. Memorias 1914-1933 (Sebastian Haffner)

jueves, 17 de febrero de 2011

#79



Demasiado acatarrada y demasiado cansada para pensar demasiado.

Estoy harta. De todo y de nada. De palabras y silencios. De miradas y errores...

Hoy es uno de esos días en los que mi cabeza, embotada, no me deja decir nada coherente. Uno de esos días en los que no saldría de la cama. En los que, nada más oír sonar el despertador, me taparía la cabeza con el edredón y diría "hasta mañana" gustosa.

Pero no. Además, tengo tutoría esta tarde... Arghf

martes, 15 de febrero de 2011

#78



Me parafraseo a mí misma...:

Y si. Quizá el mundo se me escapa. Quizá debería dejar de suspirar mientras se va y correr detrás de él, pararle y darle un par de bofetadas que le espabilen.

Y es que, lo que se dice un día, puede que siga sirviendo para el siguiente. En mi caso, totalmente cierto. Me seguiré aplicando el cuento hasta que me lance al vacío sin cuerda ni red. ¿Cuándo será eso? Es otra cuestión que todavía no sé si estoy lista para responder...

#77



Lunes. ¿Ayer se me olvidó actualizar? Si es que vivo en mi propio mundo. Lo que pasa es que no acierto a averiguar si eso es bueno o malo. A veces no me entero de lo que sucede a mi alrededor por culpa de mi burbuja. Pero otras veces, esa burbuja me salva.

Por cierto, estoy un paso más cerca de ese punto en el que no sé ni a qué atenerme. Me invento nuevos intentos, nuevas razones sin ningún sentido para seguir intentándolo aunque no tenga ninguna razón verdadera, nuevas sonrisas cuando me sacan el tema, nuevas mentiras para engañarme a mí misma (aunque no sé si lo consigo).

Y no sé si debería hacerlo. Quizá me haga más mal que bien...

sábado, 12 de febrero de 2011

#76



Voy a encontrarte,
aunque sea dando hachazos.


Mañana es domingo, y no sé siquiera si te acordarás de que el jueves dijimos de quedar, que ya diríamos la hora. Si esta vez no funciona... llegará el momento en el que REALMENTE no sabré ni a qué atenerme, ni qué hacer, ni qué pensar. Será el momento en el que o avanzaré dando palos de ciego o retrocederé hasta el punto inicial.

Tú verás. En parte, está en tus manos.

viernes, 11 de febrero de 2011

#75



Aquí hay algo que no me explico... hoy el gilipollas eres tú, o lo soy yo. O los dos.

miércoles, 9 de febrero de 2011

#74



La vida de un humanista
Acabada la carrera y recorrido el anchuroso estudio de las letras humanas, declaremos ya de una vez lo que en nuestro sentir, tiene que hacer el humanista; cómo debe pasar el tiempo que la vida le reserver, aisladamente, consigo mismo y en relación con los otros; en la profesión y práctica de su arte y en el ejercicio de su enseñanza, cómo se comportará con los que profesan esa misma arte y disciplina y cómo recibirá las opiniones que le afecten; qué forma escrita dará a sus lucubraciones y cómo las transmitirá a la posteridad (...). Relacionará unos estudios con otros, pues todos ellos tienen entre sí alguna coherencia y parentesco. Volverá a tomar en sus manos algunas de ellas (las disciplinas) porque de ellas tendrá necesidad inmediata, y tomará algunas otras para alivio y recreación del agobiador trabajo presente. Será afanoso de saber y jamás le pasará por las mientes haber llegado a la cumbre y al cabo de la erudición. Rebosa muy aguda verdad aquella sentencia de Séneca, a saber: que muchos pudieran buenamente llegar a la sabiduría, si no se hubieran persuadido de haber llegado ya. Y el mismo Séneca, en una de sus cartas a Lucilio, dice: Debes ir aprendiendo mientras durare tu ignorancia; y si creemos el proverbio, mientrar durare tu vida. En realidad, no hay en la Naturaleza conocimiento tan asequible y fácil que no pueda entretener todo el espacio de la vida mortal. Débese estudiar con tal templanza que el ingenio no quede aplomado y sepultado bajo la pesadumbre de la tarea. Débese tener mucho tiento con nuestra salud y la de aquellos que están confiados a nuestra vigilancia.


Juan Luis Vives (1492-1540). De las disciplinas. 1531.
Sobre la enseñanza y el trabajo intelectual.

martes, 8 de febrero de 2011

#73



Hoy me he levantado sobre las 10, me he hecho unas tostadas para desayunar, he hecho la cama, he visto la televisión, he leído y me he puesto al ordenador. Después, cuando han llegado las dos, he hecho la comida, he comido y he ido a la universidad. Cuatro horas y media después de charlas, un café con leche y tres clases he salido de la facultad, he cogido dos autobuses, he llegado a casa, he cenado y ahora estoy aquí, frente al ordenador, cansada y escribiendo, con ganas de que acabe este día de rutina para que empiece otro mañana.

Y ya está. Eso ha sido. Y eso será. Rutina. Por suerte siempre hay algo, pequeños detalles, pequeñas tonterías que le cambian a una el día.

lunes, 7 de febrero de 2011

#72



Ayer hablaba de sueños, hoy hablo de realidad. Esa que te llega de golpe y porrazo un lunes de febrero a las cuatro de la tarde. Es como si hasta ese momento, el hecho de empezar otra vez fuera tan sólo algo lejano, irreal, perteneciente a otro mundo.

domingo, 6 de febrero de 2011

#71



¿Alguna vez os ha pasado eso de soñar despiertos? A mí si. Continuamente. Quizá demasiado continuamente como para alegrarme de ciertos sueños que tengo despierta. Algunos simplemente me sirven para distraerme, para evadirme de la realidad que me rodea. Otros, directamente, hacen que la cambie, que desee cosas que sé muy bien que no van a suceder.

Muchas veces me he planteado si todo esto no me hará más mal que bien, pero todavía no he podido concluirlo. Supongo que tienen sus cosas buenas y sus cosas malas, como todo en este mundo. De momento, a mí me sirve porque, al fin y al cabo y por muy "triste" que pueda parecer, se vive mejor en un mundo inventado por ti misma que en la abrumadora realidad que te rodea. Puede resultar cobarde y seguramente lo sea. De hecho, no voy a intentar justificarlo con un pero.

Es así, punto.

sábado, 5 de febrero de 2011

#70



Odio estos días. Y realmente creo que también me odio a mí misma estos días. Días en los que la más nimia disyuntiva se convierte en una pelea interna (y eterna) entre las dos partes de mí misma.

Me gustaría echarme a dormir y despertar mañana, pero eso sería huir de los problemas y las disyuntivas. Y aunque, en el fondo, acabe huyendo, no me gustan las soluciones fáciles que se arreglen sin luchar aunque sea un poquito conmigo misma número 1 y conmigo misma número 2.

jueves, 3 de febrero de 2011

#69



Let's dance little stranger
Show me secret sins
Love can be like bondage
Seduce me once again

Burning like an angel
Who has heaven in reprieve
Burning like the voodoo man
With devils on his sleeve

Won't you dance with me
In my world of fantasy
Won't you dance with me
Ritual fertility

Like an apparition
You don't seem real at all
Like a premonition
Of curses on my soul

The way I want to love you
Well it could be against the law
I've seen you in a thousand minds
You've made the angels fall

Won't you dance with me
In my world of fantasy
Won't you dance with me
Ritual fertility

Come on little stranger
There's only one last dance
Soon the music's over
Let's give it one more chance

Won't you dance with me
In my world of fantasy
Won't you dance with me
Ritual fertility

Take a chance with me
In my world of fantasy
Won't you dance with me
Ritual fertility

miércoles, 2 de febrero de 2011

#68



and all the cigarettes that I have never smoked
and all the letters that I have never sent


Ey, tú, chica de la talla 42 y de nariz recta y afilada. Si, tú, la de las uñas azules, ojos miel y piercing de cara sonriente. La que se muerde los padrastros de vez en cuando y lleva una púa amarilla al cuello. La de la bufanda a rayas.

Ey, tú. La que escribe, vive, toca la guitarra y mata zombies en sus ratos libres tirándoles guisantes congelados.

SONRÍE. Nada es tan terrible.

martes, 1 de febrero de 2011

#67



Es curioso cómo un simple olor te puede transportar inmediatamente a un mundo completamente paralelo mientras vas caminando por la calle. Por ejemplo, ayer, yendo hacia baile, mi bufanda olía de una manera extraña... y, no sé por qué, la imagen de esos ojos verdes se me ha venido a la cabeza. Su sonrisa pilla. Las cervezas que compartíamos. Y el verano.

¿Por qué? Sigo sin saberlo. Por eso digo que es curiosa la manera en la que un olor nos transporta a un mundo paralelo a parte del mundo real...