Ella se rompe. Se rompe por momentos, cachito a cachito, se va dejando los pedazos de sí misma allá por donde pasa, igual que las lágrimas. ¿Y qué hago yo? Nada. Porque no sé qué hacer. Es tan frustrante; me siento tan impotente, tan diminuta ante la inmensidad de todo lo que dice y pasa que no sé ni qué decir.
Me consuelo y me consuelan diciendo que escuchar le ayuda. Pero... no sé si sirve realmente. Siento como si me estuviera quedando paralizada, viendo lo que pasa sin saber qué decir o qué hacer y me siento horriblemente mal.
Ojalá todo fuera bien. Pero no va bien. ESE es el problema.
domingo, 22 de enero de 2012
#186
Publicado por Vainilla en 22:50
Etiquetas: Black Sabbath, dedicadas, Di
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario