Me he pasado toda la adolescencia refugiada detrás de una brillante pantalla de ordenador, no diciendo, sino escribiendo las cosas que quería decir, tanto las importantes como las completamente triviales. Y eso, por mucho que me pese, acaba dejando huella tarde o temprano.
Acaba haciendo que me sienta más cómoda diciendo no, escribiendo las cosas. Que con las teclas y una hoja de un procesador de texto cualquiera, todo sea más fácil.
Y a veces me asusta, porque es tan cobarde... pero supongo que es lo que soy, lo que he ido haciendo de mí misma: una cobarde más o una valiente menos.
miércoles, 30 de noviembre de 2011
#170
Publicado por Vainilla en 21:53
Etiquetas: Los Reconoces, miedo
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
0 comentarios:
Publicar un comentario