El poder mágico del té. No sé qué tendrá, pero cuando me tomo un té acurrucada en mi cama con una manta y un poco de buena música, todo pierde la gravedad que realmente tiene. Sonreír se hace un poquito más fácil. Durante media hora, los problemas parecen menos negros y las cosas se suavizan un poco.
A veces, cuando digo estas cosas, me resulto tonta a mí misma... :)
lunes, 28 de febrero de 2011
#87
Publicado por Vainilla en 13:11
Etiquetas: en la boca del estómago, sin sentido
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